A 10 años de su creación, la Unidad Cuajimalpa de la Universidad Autó- noma Metropolitana (UAM) es hoy una realidad tangible, constituida por una planta de profesores e investigadores altamente habilitada, un equipo administrativo eficiente y varias generaciones de alumnos, que año con año contribuyen a consolidar el prestigio de esta Institución. A ello se suma que finalmente cuenta con su sede definitiva, tras un largo peregrinar e innumerables vicisitudes que, no obstante, contribuyeron a fortalecer el espíritu de quienes tenemos el orgullo de formar parte de esta comunidad educativa. La primera Rectoría de la Unidad Cuajimalpa de la UAM fue encomendada por la Junta Directiva a la doctora María Magdalena Fresán Orozco, quien dio una ardua batalla para obtener el espacio físico definitivo y colocó la primera piedra para la edificación de la cuarta Unidad; hizo frente, con la mayor entereza e imaginación, a la necesidad de tener una sede y trabajó con entusiasmo, entrega y liderazgo en la definición y cristalización de un enfoque académico novedoso y propio, así como para desarrollar la estructura organizativa que este proyecto requería. Al doctor Arturo Rojo Domínguez, segundo Rector de la Unidad, correspondió continuar este esfuerzo identificando soluciones provisionales para permitir el funcionamiento de una institución que debió operar hasta en cuatro sedes temporales simultáneamente, al tiempo que trabajaba en la concreción de la sede definitiva de la Unidad. Recibió el predio con el proyecto arquitectónico, y aunque los problemas continuaron apareciendo en el horizonte, supo conducir las voluntades hacia la realización de este proyecto largamente acariciado, viendo avanzar la edificación de la Torre III.