Hasta hace algunos años, el aprender a programar solo era accesible para una élite que pasaba mucho tiempo frente a una computadora intentando escribir algunas líneas de código. Sin embargo, ahora aparecen cada vez más herramientas que inducen a la programación desde una temprana edad. Dichas herramientas ofrecen un entorno amigable y diversas alternativas de aprendizaje de los elementos básicos de los lenguajes de alto nivel: variables, estructuras de control, sentencias, funciones, condicionales, operadores, etc. A su vez, el aprendizaje de fundamentos de programación a partir de este tipo de herramientas facilita el desarrollo de diversas habilidades multidisciplinares que se ponen en marcha cuando se elaboran pequeños programas encaminados, por ejemplo, a la resolución de problemas, la creación de juegos sencillos e incluso la generación de escenarios complejos en 3D.